En Nueva Jersey, ser acusado de violencia doméstica es un asunto grave que puede tener consecuencias legales importantes. La violencia doméstica incluye una amplia gama de conductas abusivas, como el maltrato físico, emocional, psicológico o financiero entre personas que tienen una relación cercana, como esposos, parejas, o familiares. Cuando una persona es acusada de este delito, se enfrenta a posibles cargos criminales y medidas civiles, como órdenes de restricción.